Me he detenido a pensar
cómo son las margaritas.
Si me pudiera expresar,
podría quizás hablar
de sus aspas, redonditas.
Y si pudiera contar,
narraría del color
la sencillez y la gracia
que nos regala esta flor.
Siempre se ha escrito a la rosa,
de todas, la más hermosa.
La margarita es consciente,
no quiere rivalidad,
porque su belleza está
en ser una flor silvestre.
Sharada
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